He descubierto esta tarde, a estas alturas del año, ya a más de mediado Septiembre...que el invierno está a la vuelta de la esquina, afilando sus cuchillos de hielo y sacudiendo el polvo a las nubes grises que ha guardado durante el verano.
Pues bien, para llegar a esta conclusión he tardado una tarde ( ni he dormio siesta ni na´) y es que asomada a la ventana reflexionando sobre mi acertada conclusión, he visto dos florecillas amarillas que estiraban sus pétalos como si no se hubiesen enterado de nada, no han caído en que a su alrededor sólo queda hierba seca después del estio y que los grandes árboles que las acompañan están repletos de hojas muertas que de un momento a otro empezarán a planear sobre ellas... tampoco han visto el distinto color que tiene el cielo estos días...
Pobres, ellas... pasar por las noches de frío, echarán de menos alguna hora más de sol, con la inocencia y la bendita ignorancia florecen pensando que Junio está aún por llegar.
Mis sentimientos también florecen en Septiembre. Un poco demasiado tarde, con ilusiones fundandas en primavera, con una breve vida por delante. Puede que con tan poco sentido como el que muestran las florecillas que he observado esta tarde, saliendo de la tierra con escasas esperanzas de futuro.
Pero... ¿Quién manda eso?
Es la fuerza de la vida.
Pues bien, para llegar a esta conclusión he tardado una tarde ( ni he dormio siesta ni na´) y es que asomada a la ventana reflexionando sobre mi acertada conclusión, he visto dos florecillas amarillas que estiraban sus pétalos como si no se hubiesen enterado de nada, no han caído en que a su alrededor sólo queda hierba seca después del estio y que los grandes árboles que las acompañan están repletos de hojas muertas que de un momento a otro empezarán a planear sobre ellas... tampoco han visto el distinto color que tiene el cielo estos días...
Pobres, ellas... pasar por las noches de frío, echarán de menos alguna hora más de sol, con la inocencia y la bendita ignorancia florecen pensando que Junio está aún por llegar.
Mis sentimientos también florecen en Septiembre. Un poco demasiado tarde, con ilusiones fundandas en primavera, con una breve vida por delante. Puede que con tan poco sentido como el que muestran las florecillas que he observado esta tarde, saliendo de la tierra con escasas esperanzas de futuro.
Pero... ¿Quién manda eso?
Es la fuerza de la vida.
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