sábado, 7 de julio de 2007

Hace algún tiempo...

Sentada en la cama, viendo como mi sangre se derrama, el dolor de mi muñeca se compara con el que siento en mi alma, no se si me gustaría acuchillearte con la misma daga, que tu sangre brotara como lo hacen mis lágrimas por ti.

Una vez que te mueras de sufrimiento, sabrás lo que yo siento y entenderás el grado de este sentimiento; tal vez tus errores quieras enemendar pero morirás en el intento.

Inundando el cuarto de lágrimas me arrastro por el suelo y le pido perdón a Dios por lo que siento, me está consumiendo el dolor y la tristeza que merezco, mi brazo está lleno de sangre, también mis labios y el resto del cuerpo.

Con la sangre que brota en exceso prometo hacer un pacto de progreso, no volver a caer en este avismo y convertirme en un desecho, intentando corregir toda mi vida para olvidar las heridas, estoy buscando una salida, quizás piense con mi partida, aunque estaría realmente arrepentida.

DÉJAME SOLA! no te quiero volver a ver, tu no sabes lo que huelo, no lo puedes comprender... deja que mi sangre corra, que mis venas se sequen, para que la muerte borre de mi memoria todo lo que te quise ayer.

Ignorabas que mis sentimientos no fueran juguete, olvidé que todo este teatro no fuera más que otra decepción inherente, ¿ Ves lo que has hecho?, causaste en mi alma la muerte.

Olvida salvar mi cuerpo y preocúpate por tu alma, mi pacto de sangre implica dar mi vida a cambio de calma, desde hoy en adelante juro que ninguno jugará con mi corazón, por eso veo necesario "suicidarme" para no sufrir más decepción.

A.B.C.O
Octubre 2004


2 comentarios:

mariapán dijo...

¡por dios, nena! ¡que falta de optimismo! espero que sea un suicidio de papel y tinta..., a ver si me escribes en el blog que yo ya me he enganchao al tuyo...jejeje...

Beleni dijo...

si si por suerte fue sólo de tinta jeje!!
Gracias por tus letras, como siempre me encantan!